Descubrir la Isla de Jeju, entre playas, parques vírgenes y mucha tradición

Descubrir Jeju

Entre los lugares más queridos por los turistas (y los locales) de toda Corea del Sur se encuentra, sin duda, la encantadora Jeju, una isla volcánica que ofrece infinitas posibilidades de entretenimiento. Es simplemente el lugar perfecto para quienes buscan un destino de vacaciones variado: hay un mar bellísimo, se pueden hacer espléndidas rutas de senderismo y visitar parques naturales centenarios; encontraréis museos y ciudades vibrantes, pero sobre todo, la atmósfera es especialmente relajante y los hoteles locales son hermosos.

Con una superficie de 1.846 km², esta es la isla más grande del país y se encuentra a 130 km de la costa de la península coreana, en el Estrecho de Corea, al suroeste de la provincia de Jeolla del Sur. Jeju es un fenómeno de la naturaleza tan increíble que ha sido considerada patrimonio natural de la humanidad por sus particulares formaciones rocosas y los famosos tubos de lava.

Su centro está dominado por el Hallasan, el corazón del parque natural de la isla y la montaña más alta de Corea del Sur. Se trata de un volcán dormido, que se alza a 1.950 m sobre el nivel del mar, rodeado por otros 360 volcanes satélites (¡imaginad esos paisajes!).

La isla tiene un clima subtropical húmedo, más cálido que el del resto de Corea, con cuatro estaciones climáticas distintas. Los inviernos son frescos y secos, mientras que los veranos son cálidos, húmedos y a veces lluviosos, pero no temáis… casi cualquier mes es bueno para visitar Jeju gracias a su clima templado, aunque la isla es menos divertida durante los días de lluvia.

Las playas son otro gran espectáculo, hay varias y cada una tiene un encanto especial, garantizado también por los acantilados tan espectaculares que las rodean. Siguiendo con el tema del mar, una de las actividades preferidas de quienes vienen aquí son las inmersiones: las aguas que rodean la isla albergan una variedad de fauna submarina realmente impresionante.

Otro gran punto a favor de Jeju es su gastronomía, que no solo destaca por su calidad, sino también por su originalidad: aquí, las delicias que debéis probar son el cerdo negro y los mariscos.

La cultura local es bastante diferente de la del resto del país, y podréis descubrirla visitando los numerosos museos (algunos realmente peculiares) que se encuentran dispersos por todo el territorio (no solo en la ciudad, sino también en localidades costeras y en pequeños pueblos); además, aquí podréis ver con vuestros propios ojos a las famosas mujeres buceadoras (las Haenyeo) que se sumergen a grandes profundidades desafiando corrientes impetuosas y aguas heladas, un oficio tradicional que se está volviendo cada vez más raro.

En definitiva, hay mucho que hacer y descubrir en Jeju, nuestro consejo es que programéis una visita durante vuestro viaje a Corea del Sur… pero atención, planificad vuestro itinerario con cuidado para no perderos ninguna de sus maravillas: aquí hemos escrito una guía completa.