Corea del Sur tiene un clima de cuatro estaciones, por lo que elegir un momento adecuado para vuestro viaje será muy importante, ya que no todos los meses son climáticamente agradables.
En este artículo os guiaremos mes a mes a través de las variaciones climáticas del país, para ayudaros a planificar mejor vuestra visita en función de las temperaturas y la posibilidad de lluvia.
Corea del Sur puede ofrecer extremos climáticos decididamente asiáticos. Momentos especialmente duros pueden ser el final del verano (desde finales de julio hasta principios de septiembre), cuando los días son increíblemente calurosos y bochornosos, con la posibilidad de ser azotados por un tifón y lluvias torrenciales. También la última parte del invierno puede ser complicada, en este caso hablamos de temperaturas muy frías con heladas y abundante nieve.
Dicho esto, no hay meses incorrectos para viajar al país y (exceptuando los tifones) organizándose bien, cada mes puede aprovecharse para ver este país maravilloso bajo una luz diferente.
En general, la primavera y el otoño (de mediados de septiembre a finales de noviembre) se consideran los mejores momentos para disfrutar de un clima suave y seco. Como en Japón, aquí también se puede admirar en primavera la floración de los cerezos, y el otoño ofrece espectáculos impresionantes de follaje. Lo que sorprende generalmente a los visitantes (que a menudo no están preparados) es la gran variación térmica de estos meses, que suele ser muy alta (por lo que es muy útil llevar ropa en capas).
Otra consideración importante se refiere a las festividades más importantes como el Seollal (Año Nuevo Lunar) que cae en enero o febrero, y Chuseok, que se celebra en septiembre u octubre. Estos son momentos maravillosos para descubrir la cultura local, pero pueden ser bastante desafiantes para los desplazamientos, ya que los medios de transporte público están siempre llenos y los viajes requieren una planificación muy cuidadosa.
Además, en estos momentos muchas actividades y atracciones culturales/turísticas están cerradas por las celebraciones, y las grandes ciudades aparecen siempre extrañamente desiertas.
Aquí tenéis un breve pero muy útil resumen de las características climáticas de cada mes del año, obviamente se refiere principalmente a las zonas urbanas y llanas, ya que los parques naturales y las áreas montañosas tienen generalmente climas más fríos y temperaturas siempre más frescas.
El clima es solo una de las muchas cosas de las que debéis ocuparos antes de partir hacia Corea del Sur; sobre las demás hemos hablado aquí.
Visitar Corea en enero y febrero
Si el frío no os desanima, sabed que el invierno es un excelente momento para visitar Corea del Sur: los paisajes, a menudo nevados, son muy fascinantes, el aire es fresco y las posibilidades de lluvia son escasas. Obviamente, estos meses no son muy populares entre los turistas, por lo que encontraréis una cierta tranquilidad y evitaréis las grandes multitudes que se congregan en las áreas turísticas, especialmente en primavera.
Si sois aficionados al esquí, descubriréis que Corea cuenta con magníficas pistas, o bien podréis organizar excursiones en la nieve (una pasión de muchos locales es el trekking a cualquier temperatura). Si buscáis experiencias “calentitas”, podéis dirigiros a las termas locales (jjimjilbangs), siempre muy agradables y muy cómodas para aprovechar cuando el frío se vuelve intenso.
Si preferís temperaturas más moderadas, dirigíos al sur del país, ya que cuanto más al norte, más intenso es el frío.
Organizar un viaje a Corea en marzo
A finales de febrero y principios de marzo, el frío comienza a retroceder y la primavera se aproxima. Marzo es un mes espléndido para pasear por los parques naturales, especialmente en el sur. Comienzan las festividades para dar la bienvenida a la primavera, como el Festival del Fuego de Jeju y el Festival de la Partición del Mar de Jindo. Obviamente, no esperéis un aumento repentino de las temperaturas, porque (especialmente en el norte y en Seúl) todavía hay muchas posibilidades de experimentar heladas y nevadas: en resumen, el clima de marzo puede ser bastante impredecible, aunque las lluvias siguen siendo escasas.
Viajar a Corea en abril
Con la primavera oficialmente en plena floración, el país muestra su mejor cara entre flores coloridas y parques verdes. Las temperaturas son bastante agradables, aunque aún variables, y las lluvias poco frecuentes. Los turistas comienzan a aparecer en mayor número, pero todavía se respira un ambiente de paz.
El único inconveniente es que abril es el período del año en que el temido polvo amarillo del desierto de Gobi alcanza la península coreana, creando ocasionalmente una neblina molesta que hace que el paisaje sea menos atractivo y provoca alergias en personas susceptibles.
Visitar Corea del Sur en mayo y junio
Este es, sin duda, el período más popular entre los viajeros internacionales para visitar Corea del Sur. Aunque puede haber un exceso de turistas, descubriréis que el país está muy bien organizado para recibirlos, y probablemente no sufriréis ningún inconveniente.
Los días son generalmente soleados y las temperaturas medias rondan los 16°C en Seúl, mientras que en el sur ya superan los 20°C. Este es un mes perfecto para descubrir y disfrutar de la cultura local en todo el país, gracias a la presencia de numerosos festivales. Las lluvias son un poco más frecuentes, pero generalmente pasajeras y poco molestas.
A mediados de junio, el clima se estabiliza con temperaturas diurnas decididamente cálidas (por la noche, aún puede ser necesario llevar una chaqueta gruesa). Las zonas costeras, en particular, son muy agradables, la temporada turística apenas comienza y todavía encontraréis una tranquilidad deliciosa.
Viajar a Corea del Sur en julio y agosto
Si bien a principios de julio el clima es generalmente agradable en cuanto a temperaturas, descubriréis que cuanto más se acerca agosto, más calurosa y bochornosa se vuelve la atmósfera. También las lluvias torrenciales se intensifican y se vuelven más frecuentes, por lo que es importante llevar siempre un paraguas e impermeable. A finales de julio y principios de agosto, las lluvias torrenciales pueden durar días enteros, y el calor será sofocante cuando estéis al aire libre.
Afortunadamente, en las ciudades la mayoría de las actividades contarán con ventiladores y aire acondicionado. En estos meses, las zonas costeras se vuelven bastante concurridas (en parte debido a varios festivales de música), al igual que los parques naturales, que en los días menos lluviosos se llenan de aficionados al trekking que buscan escapar del calor urbano.
En cuanto a los tifones, Corea del Sur generalmente solo se ve afectada por ellos con menor intensidad, pero en promedio se producen dos o tres tifones al año cada verano (entre agosto y septiembre).
Un viaje a Corea en septiembre
Septiembre es absolutamente impredecible; las temperaturas de los primeros días del mes probablemente serán sofocantes, mientras que a partir de mediados de mes comenzaréis a percibir la llegada del agradable clima otoñal coreano.
En resumen, vestíos en capas y preparaos para cualquier cosa, incluso para un tifón de última hora.
Viajar a Corea en octubre y noviembre
Junto con mayo y junio, octubre y noviembre también son dos meses excelentes para visitar todo el país. El clima es casi perfecto: el sol suave calentará vuestras jornadas, las noches no serán demasiado frías y las lluvias generalmente no serán molestas.
Visitando las hermosas áreas naturales, descubriréis que el foliage coreano puede ser tan poético y emocionante como el (mucho más famoso) japonés, especialmente en las regiones montañosas de Seoraksan y Bukhansan. Noviembre, en particular, ofrece temperaturas aún suaves y pocas lluvias; el aire es fresco, pero la presencia de muchas jornadas soleadas llenará de buen humor todo vuestro viaje.
Si queréis ver Seúl en su luz más hermosa, procurad estar en la ciudad durante el Festival de las Linternas, que hace que la ciudad sea aún más espectacular. Obviamente, las temperaturas (especialmente las nocturnas y en el norte) a partir de mediados de noviembre podrían ser bastante bajas, por lo que necesitaréis una vestimenta muy variada.
Organizar un viaje a Corea del Sur en diciembre
En el último mes del año, el frío penetrante del invierno coreano se hace sentir (aunque aún no alcanza sus picos), y con la bajada de temperaturas llega a menudo la nieve, junto con las decoraciones festivas de Navidad, una celebración muy querida por los coreanos, quienes cada año se esmeran en embellecer sus ciudades.
Descubriréis que, a pesar del frío, diciembre es un mes maravilloso para visitar todo el país, también porque los cielos suelen estar despejados y la perfecta organización de las ciudades os permitirá disfrutar de muchos servicios y actividades, incluso en interiores.
En cuanto a la isla de Jeju, situada en el extremo sur del país, las temperaturas son generalmente más templadas durante todo el año, pero las lluvias de verano pueden ser muy intensas y limitar la posibilidad de disfrutar de las bellezas naturales de la isla.
Temperaturas medias y precipitaciones en Corea del Sur
Si queréis echar un vistazo a las temperaturas y las precipitaciones, aquí tenéis gráficos interesantes sobre la ciudad de Seúl (que se encuentra al norte) y Busan (que se encuentra en la costa sur).
